Existe una preocupación cada vez mayor entre padres de familia por no saber qué hacer ante el aumento en los últimos años de niños y adolescentes que dicen presentar disforia de género -entendiéndose como disforia de género un malestar afectivo/cognitivo por la incongruencia entre el género experimentado o expresado y el género asignado o el sexo biológico (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales- MSD-5, 2014)- y el deseo de acceder a tratamientos hormonales, cirugías de cambio de sexo.
Esta realidad se puede evidenciar, por ejemplo en el análisis realizado por la Compañía Komodo Health, en 2022, en Estados Unidos, ante las reclamaciones de seguros, ya que “se hallaron reclamaciones en los que casi 18.000 menores estadounidenses comenzaron a tomar bloqueadores de la pubertad u hormonas entre 2017 y 2021, un número creciente cada año, y un incremento también de la cantidad de clínicas privadas de EEUU que ofrecen las terapias hormonales y cirugías de cambio de sexo, que en la última década han superado el centenar” (British Medical Journal, 2023). Esta problemática, que merece especial atención no preocupa a los gobiernos; por el contrario, está siendo promovida a través de la ideología de género e impuesta por medio de leyes, dando como resultado la pérdida en niños y jóvenes de su verdadera identidad y desencadenando en ellos serios problema psicológicos y emocionales.
Claramente esto no ocurría hace un poco más de una década, tiempo en el que la invasión de la ideología género se ha extendido por los distintos escenarios de formación como medios de comunicación, cine, redes sociales y escuela. En el caso colombiano, el Ministerio de la Igualdad impulsa políticas públicas y planes de gobierno, con un claro sesgo ideológico que evidencia la promoción de estructuras homogenizantes y excluyentes, contrastantes con la nula ejecución presupuestal en proyectos de atención a la auténtica inclusión de hombres y mujeres en situación de discapacidad.
Unido a esto, es evidente la transformación de las relaciones y los roles entre los miembros del núcleo familiar, lo que produce una fragmentación en los procesos formativos unidos a la soledad, depresión y las diferentes patologías afectivas presentes en las macroestructuras educativas en las que están inmersas las nuevas generaciones.
¿Pero qué es la ideología de género? sus orígenes se remontan a la Segunda Guerra Mundial cuando los soviéticos introducen el comunismo como una ideología victoriosa, que más adelante daría origen al marxismo. Tomando entonces el razonar de Marx en cuanto a que el proletariado y la burguesía se enfrentan, los movimientos políticos, sociales, culturales y económicos del momento reemplazan estas dos corrientes por el varón y la mujer con el argumento de que en estas diferencias se genera desigualdad naciendo de allí el feminismo, que en un principio buscaba liberar a la mujer de la opresión que el varón ejercía sobre ella en lo económico, sexual, jurídico y psicológico, para luego transformarse en un feminismo que hace a la mujer perder su esencia, su naturaleza, la necesaria complementariedad con el varón y sumergiéndola en una guerra de poderes.
Consecuentemente, esta ola del feminismo originó un nuevo nivel que ya no busca la “igualdad” sino además eliminar el concepto de varón y mujer, enfrentar el sexo y el género, argumentando que el sexo es la diferencia genital y el género una construcción cultural, no siendo el resultado causal del sexo sino la aceptación psicológica de esa diferencia en cada individuo, con la opción de elegir diversas orientaciones afectivo-sexuales, según crea la imaginación. Todo esto es lo que hoy conocemos como ideología de género, donde este conjunto de ideas en la agenda política tiene un papel fundamental, con el propósito de lograr el control social, negando la realidad de la persona en cuanto a identidad-complemento, entre masculinidad y feminidad, sin ningún fundamento científico.
Según los estudios más recientes, el mecanismo de introducción de la infancia en la ideología de género es dinamizado por el Estado a través de leyes que tienen una doble finalidad:
A. Obligar a las instituciones educativas la implementación de una educación sexual que desvincula el sexo biológico con la identidad personal. En tal sentido, se proporciona orientación alrededor de tratamientos hormonales, intervenciones quirúrgicas y transformación física, que traen graves consecuencias psicológicas y médicas, al tiempo que una mutilación morfológica, psíquica y emocional en los menores de edad.
B. Implantar la idea de la disforia de género como solución a problemáticas psicológicas o contextuales que podrían ser tratadas con procesos de acompañamiento psicosocial profesional. A si mismo, se persigue y sanciona toda orientación contraria a dichas formas ideológicas, hasta el punto de constituirlas en conducta punible cuyas sanciones estriban entre la generación de multas hasta la pérdida de la patria potestad de un menor.
Teniendo en cuenta lo expuesto y la preocupación manifiesta al inicio de estas líneas con respecto al papel de los padres de familia frente a esta realidad que hoy tiene consecuencias nefastas en niños y jóvenes, nos viene bien primero recordar que nos dice el Salmo 127,3: “Un regalo del Señor son los hijos, recompensa, el fruto de las entrañas”; por tanto, los hijos son un don de Dios, un regalo puesto en nuestras manos para traer alegría y esperanza a las familias. Nos recuerda también el beato Álvaro del Portillo (1983), sucesor de San Josemaría Escrivá de Balaguer fundador del Opus Dei: “Cada hijo que Dios manda es una prueba de confianza de Dios en el papá y la mamá, porque en el momento en que queda concebida la nueva creatura, Dios crea un alma y esa alma ya es inmortal y está destinada con el cuerpo después de la resurrección de los muertos, a gozar de Dios para toda la vida en el cielo”.
Frente a esta gran responsabilidad la tarea de los padres de familia es la de cuidar el desarrollo físico, emocional, mental y espiritual de los hijos, formarlos para el cielo, sin encerrarlos en una bola de cristal, sino hacerlos conscientes de que se verán enfrentados a diversos peligros; peligros a los que nos debemos preparar para combatirlos porque el mundo no descansa en la búsqueda de adoctrinarlos, como lo menciona repetidamente Fray Nelson Medina “ van por tus hijos”, ya que la infancia se ha convertido en una valiosa moneda de valor para una macroeconomía que comercializa con la vida, identidad y libertad de los menores.
Infortunadamente la corriente del mundo ha llevado a que muchos padres de familia consuman la mayor parte del tiempo en el trabajo y las actividades de ocio, robándole tiempo valioso que le pertenece a los hijos. La familia está llamada a ser el primer lugar de educación de los hijos, los padres son los primeros maestros, es en la familia donde se enseñan principios, valores, donde se vive la fe, se establecen limites, donde se escucha y dialoga, se comparten los alimentos, el juego y se realiza la corrección, donde se educa en afectividad, en sexualidad, donde se aprende a amar en el orden establecido por Dios.
Por tanto, algunas de las herramientas que los padres podemos usar para contrarrestar esta ideología son:
Revisar la propia vida, reconocer los errores, motivar especialmente en los jóvenes “la práctica del examen de conciencia, porque es lo primero que a cierta edad abandonan junto con la Eucaristía” (Fray Nelson Medina 2023), buscar sanar las heridas, procurar vivir en el orden establecido por Dios, amar y sacrificarse por el bien de los otros.
Promover la unidad de la familia generando espacios para compartir, dialogar, orar, corregir, reafirmar la presencia efectiva de los padres en la vida de los chicos. El poder entender lo que piensan los jóvenes y que ellos entiendan a sus padres sólo se puede lograr a través del diálogo, esto también ayudará a evitar sentimientos de soledad e identificar oportunamente amenazas a su integridad.
Formación, los padres de familia tenemos el deber de formarnos para entender las etapas de desarrollo de los hijos, sus necesidades, sus emociones, sus luchas, formarse en sexualidad y el plan de Dios en ella.
Enseñar a los hijos a amar, a perdonar, enseñarles sobre afectividad, sobre la importancia de la familia en la sociedad, enseñar la verdad de la sexualidad a temprana edad de manera preventiva, pero también enseñar que nunca es tarde para sanar, para comenzar de nuevo.
Enseñarles a formar el carácter y un sentido crítico amplio para que con firmeza adopten una postura fiel a sus principios morales, éticos y religiosos en cualquier ambiente donde se encuentren y que les permita rechazar ideologías que los puedan confundir y manipular.
Oración, reconocer que se está viviendo un constante combate espiritual donde se juega la vida espiritual, psicológica y moral de todos, en donde la oración juega un papel muy importante para buscar la ayuda, guía y discernimiento del Espíritu Santo y la protección de Dios y la Virgen María.
Buscar pertenecer a una comunidad católica, como siempre lo recuerda Fray Nelson Medina: las familias y nuestros hijos necesitan comunidad, un lugar donde haya relación con más familias, con más niños y jóvenes que viven los mismos principios, la misma fe, la misma moral, donde se puedan cultivar amistades sanas.
Finalmente, podemos decir que estamos en combate, pero no estamos solos, Dios está de nuestro lado y cuanto haya más padres defendiendo a sus hijos, educando, formando y haya más comunidad en los niños y jóvenes, menos probabilidad hay de que cale en ellos la ideología de género.
Diana Contreras
Referencias:
https://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-71382017000100002
https://opusdei.org/es-co/article/los-hijos-don-de-dios/
https://omnesmag.com/foco/eliminacion-patria-potestad/
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2023/02/24/63f7b134e4d4d81e358b45c5.html
https://www.religionenlibertad.com/opinion/733493627/ideologia-genero-ninos.html
Vista de Ideología de género (umch.edu.pe)
Cuidado con la “NORMALIZACIÓN” que está destruyendo nuestras familias (Fray Nelson Medina 2023) https://youtu.be/9IO9wAw-pY4?si=Q7RGiy-2EqFjnJ6Y
La Agenda 2030 y la confusión del género (Pablo Muñoz Iturrieta 2021)
https://youtu.be/4YoJLeXOlgc?si=RyKspYNCS3dHKrJe
Excelentes comentarios y reflexiones.
Mil gracias Hija por compartir estos criterios,pareceres que nos llevan a buscar de Dios,del Espíritu Santo para iluminar nuestros pensamientos,decisiones ,pero ante todo para saber que siempre Dios está ahí,como pasó en esta última situación con tu vida, con tu salud.
Te bendigo hija hermosa.Te ❤️❤️❤️❤️.