JUEGOS OLÍMPICOS: OTRA OPORTUNIDAD DE SER COMO CRISTO

El mundo creyente (e incluso parte del no creyente) vio con estupefacción y no menor indignación la inauguración de los Juegos Olímpicos que están desarrollándose en París. No vale la pena hacer referencia a la presentación irrespetuosa y sacrílega exhibida durante la ceremonia, las imágenes han sido repetidas hasta la saciedad y no es conveniente ofrecer más despliegue a sus protagonistas.

La pregunta que debe ocuparnos a los cristianos es: ¿cómo responder ante estas agresiones a la figura de nuestro Señor Jesucristo y a la solemnidad de la institución de la Eucaristía y a la Eucaristía misma?

Sin la menor duda, la reacción inmediata es el rechazo irrestricto a todas estas manifestaciones orientadas a burlarse de las bases sagradas de nuestra fe. Pero también este repudio no debe convertirse en oportunidad de agregar violencia, o de olvidarnos de la misericordia y compasión que estamos obligados, en nuestra condición de creyentes, a poner por delante de nuestros pensamientos, palabras y acciones.

El ejemplo nos lo dio nuestro Señor durante su pasión, ante los interrogatorios tramposos, las burlas, las humillaciones, la agresión y los atropellos, ante toda la injusticia desplegada hacia Él, Jesús respondió con valentía, firmeza, sin temor a la verdad, pero sin devolver nada de lo que recibió. No hubo amenazas, condenación, palabras vengativas, manifestaciones de rabia o rencor que salieran de su boca, enfrentó el mal con dignidad, supo callar y hablar en el tono y el momento adecuados, tuvo misericordia y oró por la salvación de sus opresores y sus verdugos. Devolvió el mal con bien. No se trata de callar, se trata de defender la verdad de manera elocuente, evitando caer en la tentación de emplear las armas que se levantan contra la fe. Es esta una ocasión inigualable de mostrar valor, pero también coherencia a los principios que promulga nuestra fe.

Por otra parte, este lamentable episodio, que no es más que una manifestación visible de la dinámica misma del mundo, nos exhorta a no declinar en nuestro empeño de formarnos para defender los valores cristianos que sostienen a la familia y a la sociedad. Es ahora cuando más necesitamos tener bases sólidas que nos permitan guiar a nuestros hijos en el plan de Dios, despejando la maleza que el mundo quiere verter sobre la verdad para que el relativismo no contamine su corazón, y puedan mantener sus pies firmes ante las invitaciones sugestivas del “todo se vale”, “todo está permitido”, “nada está mal”. Tener conversaciones directas, informadas y argumentadas sobre lo que sucede, permite a aquellos que están asomándose a la vida a no dudar ante la oferta engañosa del mundo. Es el momento de reforzar los cimientos del discernimiento, la ruidosa agresión que la fe ha sufrido debe ser un estímulo para afianzar lo bueno, tal como la lo afirma el apóstol San Pablo en su carta a los Romanos (Romanos 12,2): “Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto.”  

Y por último, es necesario emprender acciones inmediatas de reparación, es esta la ocasión imperdible de redoblar nuestro tiempo frente al Santísimo Sacramento, visitar a Jesús Eucaristía con mayor frecuencia, hacer penitencia por aquellos que han decidido no sólo darle la espalda sino burlarse de Él como en su pasión y muerte, orar con devoción, con el corazón recogido y esperanzado en la promesa de que al final Jesús triunfará aunque la oscuridad parezca cubrirlo todo. Es el momento de levantar la cabeza y animarnos tomando nuevas fuerzas repasando las palabras de Cristo consignadas en Juan 16,33: “Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo.”  

Por: Daniel Rojas

5 comentarios en “JUEGOS OLÍMPICOS: OTRA OPORTUNIDAD DE SER COMO CRISTO”

  1. Alexander Arguello

    Que buen texto, definitivamente la explicación a este hecho es muy clara y concreta , estos análisis son los que necesitamos para seguir fortaleciéndonos en Dios y convencernos de que El todo lo puede.
    Está dicho no importa que el mundo esté cómo está, Dios a vencido al
    Mundo ; esto ha sido demostrado de muchas maneras y debemos estar seguros del camino que debemos seguir para defender nuestra fe.

  2. De acuerdo, que buen texto, que nos llama a la refexion y a responder ante los ataques y agresiones como respondio Él, nuestro Padre y Maestro.

  3. Que buena exhortación, el señor siempre hablándonos al oído para no caer en el Juego en que nos quiere llevar el mundo, nuestro señor Jesucristo nos alienta con su cruz, nosotros debemos resarcirle con la
    Invitación a redoblar en oración. Gracias Dani

  4. Todo lo dicho esta muy bien.
    Yo sugeriría además, que ya no le sigamos dando publicidad a esto, porque mucha gente (entre ellos católicos), ni cuenta se dio de estas escenas.
    La manifestación del espíritu del mal está en todos los ambientes.

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